martes, 7 de septiembre de 2010

K-Leidoscopik #2

Hay personas que me devuelven la fe en muchas cosas. La fé en que la juventud no está completamente perdida. La fe en que hay personas realmente valiosas, realmente pensantes y maduras que aún no superan los 20 años. La fe en que algunos adolescentes están con toda la preparación mental y el derecho para derrumbar a los adultos que piensan que ellos sólo están para obedecer, escuchar, continuar obedeciendo y continuar existiendo bajo un mundo de reglas absurdas.


Gracias a una de esas personitas es que por fin pude animarme a hacer Kaleidoskopika, que fue un proyecto que tenía en mente desde hace ya tiempo pero que por culpa de una fuerza extraña no pude poner en práctica.


Ayer, esa fuerza extraña desapareció totalmente, después de todo este tiempo me animé a escribir de nuevo. Tonterías o no... pero igual he vuelto a escribir y todo gracias a esta personita que jamás he visto pero que está ahí, y me alegra que de sus 1.910 amigos de Facebook aún no me haya sacado -haré méritos, lo juro-.

Esa personita es increible. Extrañamente genial, singularmente única. Es ÉL y por eso me gusta saber que esta ahí.

No diré su nombre, al menos no por ahora pero seguramente lo citaré en muchas de mis entradas K-leidoskopiks porque realmente se lo merece, tiene todo un mundo en su cabeza, un gran y precioso mundo que está intentando -con éxito- plasmar a través de escritos. Es un mundo diferente, aunque muy parecido al mío, quizá ese es el punto que me hace considerarlo especial para mí.




Gracias... tú. ¿Vamos a Brodway? :)

0 comentarios:

Publicar un comentario